Francia, siglo XVIII. Adaptación del famoso best-seller
de Patrick Süskind. Jean Baptiste Grenouille nació en medio del hedor de los
restos de pescado de un mercado y fue abandonado por su madre en la basura. Las
autoridades se hicieron cargo de él y lo mandaron a un hospicio. Creció en un
ambiente hostil; nadie le quería, porque había en él algo excepcional: carecía
por completo de olor. Estaba, sin embargo, dotado de un extraordinario sentido
del olfato. A los veinte años, después de trabajar en una curtiduría, consiguió
trabajo en casa del perfumista Bandini, que le enseñó a destilar esencias. Pero
él vivía obsesionado con la idea de atrapar otros olores: el olor del cristal,
del cobre, pero, sobre todo, el olor de algunas mujeres.
No hay comentarios:
Publicar un comentario